Lengerke entregó el camino de Barrancabermeja a Socorro hacia el año 1864, lo recibió el estado de Santander y dejó constancia de que las obras eran superiores a las especificaciones del contrato, es decir, este hombre entregó una obra inmejorable, pero el socorro había perdido el factor más importante de su producción, los tejidos. Paradójicamente, la navegación a vapor en el Rio Magdalena, que el Lengerke ayudó a consolidar con su experimento del café, fue la tumba para el tejido del socorro. El socorro artesanal y al fin a cabo, aproximadamente mil talleres en la ciudad, no pudo competir con las fábricas de tejidos de Inglaterra.
Informacion suministrada por el MuseoGua